viernes, 5 de junio de 2015

Convergencias: Universal, particular, singular de un Hombre-en- situación llamado Enrique Pichon-Riviére


Artículo sobre tema principal del Seminario 2011: "Pichon-Riviére como autor latinoamericano".
Título:
Universal, particular, singular de un Hombre-en- situación llamado Enrique Pichon-Riviére
Autor:
Marcelo De Leonardis
Psicoterapeuta transdisciplinario
Lic. psicología UBA
Docente psicología social de la Carrera de Sociología UBA


Universal, particular, singular de un Hombre-en- situación llamado Enrique Pichon-Riviére
Para empezar a sentir a Enrique Pichon-Riviére como latinoamericano, habría que dejar de pronunciar de manera afrancesada el “Piyon” y pasar al “Pichon”, marcando bien la che como me gusta hacerlo. Che, como señaló Joaquín Pichon-Riviére en la segunda jornada del seminario1, parece estar emparentado al lenguaje de la cultura guaraní. Influenciado también por lo expuesto por Horacio González, Josefina Racedo y Ricardo Avenburg en la primer jornada, pretenderé ir de lo universal a lo particular a lo singular tomando tres aspectos vinculados a Pichon Riviêre que pretenden ser signos, sólo eso, de esos tres momentos. De lo universal me referiré a sus posturas científicas en torno a la ciencia y la psicología social; de lo particular quiero marcar su impronta de latinoamericano en cuanto a sus señalamientos sobre la familia en estas regiones del planeta; y de lo singular presentar una síntesis ficcionalizada que resume su situación existencial.
Hombre-en- situación y procesos de subjetivización.
“La psicología social se particulariza fundamentalmente por ser operativa e instrumental, con las características de una interciencia cuyo campo es abordado por una multiplicidad interdisciplinaria (epistemología convergente), de la cual deriva la multiplicidad de las técnicas… una visión integradora del “hombre en situación”, objeto de una ciencia única o interciencia, ubicado en una determinada circunstancia histórica y social… las ciencias del hombre así reunidas aportan elementos para la construcción de un instrumento único al que llamamos ECRO, esquema conceptual, referencial y operativo, orientado hacia el aprendizaje a través de la tarea.”2
Mi formación en psicología social me llevó a plantear que la misma es una transdisciplina3 y que como tal no tiene objeto (ya que este se corresponde a las disciplinas de objeto discreto) sino campo de problemas o problemática. Esta se sintetiza en lo que se denomina procesos de subjetivización (subjetividad y subjetivación)4. Este enfoque tiene cierta afinidad con los desarrollos del socio construccionismo o construccionismo social, tomando distancia crítica de las posiciones dialécticas. Defino la Psicología social como el campo transdisciplinario que tiene por objeto dar cuenta de las producciones de subjetivización. Estas producciones se sitúan en determinados contextos socio- histórico, cultural y geográfico. Para dar cuenta de ello se necesita especificar las articulaciones existentes entre: las MODALIDADES con que se expresan; las CONDICIONES de posibilidad que las atraviesan; los RECURSOS implicados para tales procesos.
Lo que me impresiona es encontrar que esta postura5, que comienza a tomar forma a mediados de la década de 1970 desde los países centrales, enuncia y asume propuestas muy parecidas, pero muy, de como pensar la ciencia y la psicología social por Pichon Riviêre ya casi 1960 y desde Latinoamérica. Tentado estoy de decir, un visionario y pionero. Por ejemplo, la misma critica que empieza a elaborar K Gergen y otros sobre el valor operativo y de conocimientos de lo producido por la psicología social norteamericana a mediados de los 1970, se corresponde a lo ya planteado en los años 1960 por Pichon Riviere sobre la necesidad de transformar la tarea en direccional y significativa para evitar estancamiento y pérdida de sentido. Claro, a primera vista parecerían dos lenguajes distintos. Pero esto se entiende cuando estamos comparando dos producciones que no tienen contacto temporo espacial, lo cual hace que iguales problemas estén significados de forma similar por “lenguajes” diferentes.
Voy a tomar dos puntos de fuerte coincidencia.
En el plano epistemológico ambos sostienen un criterio de verdad bastante radicalizado. La Psicología social histórica y crítica tiene un criterio de Verdad relativista, legitimada en una retórica de la verdad y gestionada a través de los juegos de la verdad. Desde la Psicología social de la praxis6 la verdad es en términos de interpretación, una hipótesis que va a ser confirmada o reformulada. ” Toda interpretación, en este tipo de grupos, como en la tarea terapéutica, tiene el carácter de una hipótesis elaborada acerca de la fantasía grupal. No apunta a la exactitud, o mejor dicho no se evalúa con un criterio tradicional de verdad sino en términos de operatividad, en la medida que permite o favorece la ruptura del estereotipo.”7
En el plano teórico lo que la Psicología social histórica y crítica postula como problemática es la Subjetivización (efectos de subjetividad y procesos de subjetivación) y la psicología social de la praxis el hombre en situación donde el “sujeto no sólo es un sujeto relacionado, es un sujeto producido. No hay nada en él que no sea la resultante de la interacción entre individuos, grupos y clases.”8 Lo cual hace necesaria la intervención de epistemologías de la Complejidad –mas sistémica- o de la Transversalidad –mas institucionalista- o Interciencia –mas pichoniana-. Lo cual requiere de conjuntos multidisciplinarios que intervengan con metodologías interdisciplinarias.
Lo universal toma características particulares en contextos socio históricos específicos.
“La “antipsiquiatría” es una concepción impulsada por sujetos muy capaces… conectados con el pensamiento de Sartre… tengo coincidencias y discrepancias con Laing y con Cooper… rechazo el concepto de alienación de Laing y la función que tiene la familia dentro del esquema de Cooper. Pienso que es preciso distinguir los distintos tipos de familia y los diferentes medios sociales en los que se inserta el núcleo familiar.
Por ejemplo, es muy particular y significativo el rol de la familia en un país dependiente, y muy distinto el que cumple en un país industrializado. Y esto se visualiza si comparamos la familia norteamericana con la sudamericana. Hay entre ellas profundas diferencias y roles distintos a cumplir; también han tenido modelos diferentes.9
La cita precedente es un excelente analizador sobre los posicionamientos personales y críticos que le permitieron desarrollar un punto de vista autónomo, un pensamiento propio y no “dependiente” del teorizar en otros contextos y extrapolados como si fueran universales= únicos, esenciales y válidos para todos los momentos y lugares.
El eje familia es rico para pensar tanto los aspectos ligados a la importancia que adquiere como red de sostén o apoyo socioemocional para aquellos que venimos de una experiencia inmigratoria global como de inmigración local o interna del país. Un país, Argentina, que entre 1940 y 1950 producía un cambio de la sociedad tradicional a la sociedad de masas. La percepción de los procesos de cambio social y cultural en la investigación clínica del “conjunto” familiar de pacientes psicóticos empezando a ser entendido como grupo primario y la posterior elaboración de los grupos operativos de la psiquiatría, y luego, psicología social, manifestaban una tendencia “en un sentido que colocaba a las transformaciones contemporáneas de la socialidad en el centro de su preocupación”. 10
Singularidad. Hacer la vertical sobre la colchoneta horizontal de los grupos.
Ese día el grupo despedía a Enrique. Como coordinador, me sentía triste. Y eso era algo que el siempre traía. Pensé en las afecciones de los más afines y centrar el trabajo sobre ellos. De todos y todas, creo que Vicente era el que más afectado estaba. Siempre al lado de aquel. Siempre con gestos de admiración y postura reverencial. Para mi sorpresa, a Ana la vi tranquila. Quizá entre ellos no había despedidas. Y ese día, en la sesión de alta de Enrique, dejé que Vicente tomara la iniciativa. Después de expresar con voz quebrada por la angustia y la emoción todo lo que significaba que su compañero no nos iba a acompañar más en la experiencia de ese grupo, se hizo un silencio de muerte que pareció una eternidad y así como de la nada preguntó:
-¿Tenes presente alguno de tus primeros sueños?
Enrique, un poco desconcertado dijo
- Todos ellos, sin excepción, estaban vinculados a la acechanza de los malones…
Y como no dijo nada más, prosiguió Vicente, como si nunca hubiese escuchado esas historias de su compañero.
-¿Cómo eras de niño? ¿Cuáles tus gustos, tu carácter?
-Trabajaba con mi padre en el campo, a los seis años ya sembraba… Y era tranquilo, sin mayores conflictos, a pesar de sufrir el latente peligro de los ataques indígenas y la especial situación familiar…11
Éramos una familia más de la zona. Aprendí a hablar perfectamente el guaraní; mi maestro fue el primer capataz que tuvo mi padre en la plantación… Y lo curioso es que pase del francés al guaraní directamente: el castellano recién lo aprendí cuando tuve que ir a la escuela. Incluso necesite tomar algunas lecciones…
El Iberá era para nosotros un mundo de magia, lo desconocido, y también lo siniestro. Nos sentíamos atraídos, pero a la vez recelosos ante la proximidad de la aventura, que era también la proximidad de alguna tragedia.12
Nos bañábamos en la laguna, a pesar de los yacarés. Mi padre nos había enseñado una manera de inmovilizarlos, poniéndoles una rama en la boca y dejándoles así trabada la mandíbula. Yo lo hice una sola vez pero lo viví como una eternidad. Era una vida muy especial, una vida en la naturaleza, y si bien nos mudamos varias veces, siempre, eran sitios de una misma región, y las experiencias y los recuerdos se repetirán.13
Pero es cierto que, a pesar de nuestra gran adaptación al medio, vivía todas las contradicciones propias, algunas muy angustiosas, del que, en cierta medida y más allá de sus deseos, responde a mundos culturales muy distintos y hasta muy opuestos.
Y ese mundo primitivo, de donde surgieron mis temores más profundos, el de los malones indígenas, me nutrió con toda una visión mágica del universo… regido por la culpa, y donde la muerte, el duelo y la locura, forman el contexto general.14
Cebado por lo intenso del relato y tomando conciencia de su despedida, prosiguió
-Podría decir que mi vocación por las ciencias del Hombre surge de la tentativa de resolver la oscuridad del conflicto entre dos culturas. A raíz de la emigración de mis padres desde Ginebra hasta el Chaco, fui desde los 4 años testigo y protagonista, a la vez, de la inserción de un grupo minoritario europeo en un estilo de vida primitivo. Se dio así en mi la incorporación, por cierto que no del todo discriminada, de dos modelos culturales casi opuestos. Mi interés por la observación de la realidad fue inicialmente de características precientíficas, y más exactamente, mítico y mágico, adquiriendo una metodología científica a través de la tarea psiquiátrica.15
Logre decirle
- Eso que sintetiza de forma brillante su situación existencial nos muestra a todos y todas lo provechoso que fue para vos esta terapia grupal. Interrumpiéndome, casi como no queriendo escuchar mis palabras de cierre, agregó:
- El descubrimiento de la continuidad entre sueño y vigilia, presente en los mitos que acompañaron mi infancia y en los poemas que atestiguan mis primeros esfuerzos creativos, bajo la doble y fundamental influencia de Lautréamont y Rimbaud, favoreció en mí, desde la adolescencia, la vocación por lo siniestro.16
Todos caímos nuevamente bajo el hechizo de su retórica y su efecto fascinante de líder. Nadie quería interrumpirlo, así que prosiguió…
-La sorpresa y la metamorfosis, como elementos de lo siniestro, el pensamiento mágico, estructurado como identificación proyectiva, configuran una interpretación de la realidad característica de las poblaciones rurales influidas por la cultura y la mitología guaraní, en las que viví hasta los 18 años… La internalización de estas estructuras primitivas orientó mi interés hacia la desocultación de lo implícito, en la certeza de que tras todo pensamiento que sigue las leyes de la lógica formal, subyace un contenido que, a través de distintos procesos de simbolización, incluye siempre una relación con la muerte en una situación triangular… mi vocación analítica surge como necesidad de esclarecimiento de los misterios familiares y de indagación de los motivos que regían la conducta de los grupos inmediato y mediato… El interés por la observación de los personajes prototípicos, que en las pequeñas poblaciones adquieren una significatividad particular, estaba orientado -aún no conscientemente- hacia el descubrimiento de los modelos simbólicos, por los que se hace manifiesto el interjuego de roles que configura la vida de un grupo social en su ámbito ecológico. Algo de lo mágico y lo mítico desaparecía entonces frente a la desocultación de ese orden subyacente pero explorable: el de la interrelación dialéctica entre el hombre y su medio.17
Ambivalente, entre producir un corte o dejarlo aquí con nosotros eternamente, intervine pidiéndole a Vicente que se animara a concluir el encuentro
-Enrique, para cerrar, ¿Qué más sabes, a fondo, de tu vida?
- Que he estado en la tierra realizando una tarea concreta. Esto ha sido mi vida: una praxis permanente y en movimiento espiral.18
Todos nos saludamos y para sacudir la tristeza y transformarla, Enrique no invitó a todos a caminar la noche e ir a bailar y escuchar unos tangos al Sur.





1 SEMINARIO PICHON-RIVIÈRE COMO AUTOR LATINOAMERICANO. Biblioteca Nacional.  9, 23 y 30 de Septiembre 

de 2011. Ciudad de Buenos Aires.



2 Pichon Riviêre, E El proceso grupal, Nueva Visión, 1978, Bs As, Estructura de una escuela destinada a la formación de 

4psicólogos sociales, págs. 149/150



3 Ver M. De Leonardis El Anti- Edipo y la Transdisciplina: 7 miradas mutuas; y, O. Ed Sidranoel Transdisciplina, en Revista 

 Transversales. Política, Deseo, Subjetividad. Año 1, Número 1, Bs As, Invierno 2011 (hay versión electrónica 

 http://revistatransversales.blogspot.com/)
 


4 Tal como nos lo proponía pensar el Lic. Ricardo Malfe o también Gregorio Baremblitt respecto al análisis institucional.



5 Que preferimos denominar Psicología social histórica y crítica



6 Entiendo que es así como G. Kazi denomina la psicología social de Pichon Riviêre y me gusta



7 Pichon Riviêre, E El proceso grupal, Nueva Visión, 1978, Bs As, Estructura de una escuela destinada a la formación de 

psicólogos sociales, pág. 153



8 Zito Lema, V. Conversaciones…., Ediciones cinco, 2004, Bs As, pág. 108



9 Zito Lema, V. Conversaciones…., Ediciones cinco, 2004, Bs As, pág. 104/105



10 Vezzetti, H. El psicoanálisis y las ciencias sociales (Enrique Pichon Rivière y Gino Germani), Anuario de 

Investigaciones, N° 6, Facultad de Psicología, UBA, 1998, Bs As (existe versión electrónica abreviada)



11 Zito Lema, V. Conversaciones…., Ediciones cinco, 2004, Bs As, pág. 26



12 Zito Lema, V. Conversaciones…., Ediciones cinco, 2004, Bs As, pág. 24



13 Zito Lema, V. Conversaciones…., Ediciones cinco, 2004, Bs As, pág. 23



14 Zito Lema, V. Conversaciones…., Ediciones cinco, 2004, Bs As, pág. 33/34



15 Pichon Riviere, E El proceso grupal, Nueva Visión, 1978, Bs As, Prólogo, págs. 7/8



16 Pichon Riviere, E El proceso grupal, Nueva Visión, 1978, Bs As, Prólogo, pág. 8



17 Pichon Riviere, E El proceso grupal, Nueva Visión, 1978, Bs As, Prólogo, pág. 8



18 Zito Lema, V. Conversaciones…., Ediciones cinco, 2004, Bs As, pág. 166










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